lunes, 30 de noviembre de 2009

LOS SIETE PECADOS CAPITALISTAS





Tras la conferencia organizada por Acción Verapaz en la que intervino Arcadi Oliveres, entre otr@s, me queda meridianamente claro lo siguiente: hay que implicarse en las soluciones de los problemas, aunque sólo sea concienciando y dando esperanza a quien la ha perdido por completo. Es necesario saber las causas del actual desastre económico fruto de las malas prácticas de unos descerebrados especuladores sin escrúpulos y minimizar los efectos sobre los que menos culpa tenemos.
La solidaridad es una opción a tener en cuenta para paliar las funestas consecuencias de esta crisis…fortalecer nuestras convicciones, trabajar nuestra serenidad interior para poder arrimar el hombro y no seguir abonados a la estéril queja y a los hábitos nefastos que nos han conducido a estos callejones sin salida. Tenemos derecho a vivir con menos cosas, sin SER menos que los que tienen más. Tenemos derecho a disfrutar de nuestros derechos.





Os recomiendo el artículo del Director de El Público, Ignacio Escobar, “Los siete pecados capitalistas”.

http://escolar.net/MT/archives/2008/10/los-siete-pecados-capitalistas.html


Os recomiendo la entrada del blog Espacio de ideas, de Pau Solanilla, en el que aparece completo.


NO CAIGAS EN LA MISMA TENTACIÓN.


1-LUJURIA ESPECULADORA.
2-PEREZA DE LOS REGULADORES.
3-ENVIDIA DE LOS ACTORES ECONÓMICOS Y DE LOS PARAÍSOS FISCALES.
4-CODICIA DE LOS DIRECTIVOS.
5-GULA DE LOS INVERSORES
6-IRA DEL PLANETA, DE LOS POLÍTICOS, DE
L@S CIUDADAN@S.
7-SOBERBIA DEL MERCADO, DEL PIB.




martes, 17 de noviembre de 2009

Enseñanza Zen: Sé como las plantas


El discípulo trabajaba en el jardín, plantando semillas, segando la hierba, abonando las flores, arando el suelo.

El maestro aprovechó la circunstancia para despertar la atención del novicio.

-Aprende de las plantas, sé como ellas.

-¿Cómo maestro?

-Fíjate, cuanto más limo y estiércol tienen en su base, más se reafirman y crecen. La belleza de la flor de nenúfar se la debe al légamo que tiene como sustrato.

-¿Qué quieres decir, maestro?

-Nosotros debemos aprender a reconvertir la negatividad, el sufrimiento y los problemas en sabiduría y energía vital.
Reciclando el lodo del odio, disolviendo los sedimentos de la discordia es posible superar las adversidades.
También es importante dosificar el riego. Arranca las malas hierbas. Riega sólo lo que quieres que crezca. Elige cuidadosamente las semillas que deseas ver germinar.

El maestro se inclinó a modo de despedida con ambas manos unidas y el discípulo correspondió al saludo.

Desde entonces, el trabajo en el jardín se convirtió en una meditación activa sobre la capacidad interior y el potencial que todos tenemos de no dejarnos asfixiar por las malas hierbas y los excrementos existenciales que nos circundan.