Ya he cascado todos los huevos
que guardaba en la nevera,
he batido las yemas con sus claras
y he rebatido tus argumentos canallas.
He ido ingiriendo todo
lo que en la alacena guardaba.
No ceso de leer libros propios
o fondos de la biblioteca más cercana.
Necesito saber, conocer,
alimentar el ALMA-ZEN
de mi Mente y de mi Alma
sin descuidar las exigentes
necesidades de mi cuerpo.
La despensa me dispensa
bebidas y viandas
siguiendo el plan previsto
de desalojo en el Año Nuevo.
La vida es impermanencia,
mudanza continua,
cambio inusitado.
Y respondo a sus demandas
con sosiego y desapego,
con una sincera sonrisa
y buena voluntad,
sin valoraciones aciagas,
sin críticas planas.
Me adapto. Acepto.
Tenía que aprender
de este modo esto.
La ternura ha aflorado
en la situación límite.
La confianza ha resultado
ser la mejor aliada.
Tenía que ser así.
Es la dirección adecuada.
La solución diluye al problema.
No ha lugar a quejas.
Tu coraje ha crecido.
Tu valía se cotiza.
El esfuerzo dará sus frutos
cuando te des tiempo,
cuando te asientes
en tu espacio
sin ira,
sin prisa.
Gracias muerte.
Gracias vida.
Este es uno de mis "Peldaños", página 40...
Lo escribí justo antes de la enésima mudanza.
Me encantaría saber tu opinión.
ISBN: 978-84-92830-52-7
Lo escribí justo antes de la enésima mudanza.
Me encantaría saber tu opinión.
ISBN: 978-84-92830-52-7