"Toile" de Sylvie Germain
Quién leerá los libros no editados.
Quién rimará los versos no
escritos.
Quién pintará los cuadros que nadie
se atreve a pintar.
Quién cantará la canción protesta
no compuesta.
Quién amará a quien no sabe amar.
Quién sanará al que se le niega
la sanidad.
Quién educará al que se le priva
de educación.
Quién cultivará en un país
estéril.
Quién regará su tierra si le
escatiman el agua.
Quién se calentará sin
calefacción.
Quién se iluminará con su verdad
y sin su luz.
Quién pagará las facturas con IVA
excesivo.
Quién empleará a los millones de inactivos.
Quién cobijará a los
desahuciados.
Quién se desenclavará de su cruz.
Quién legislará leyes justas y
rectas.
Quién cumplirá sus programas
electorales.
Quién propiciará el Bien Común,
tan subversivo.
Quién no venderá al mejor postor
sus principios.
Quién preservará su menguante Ética.
Quién logrará difuminar su
indignación insurrecta.
Qué país dejará de deber la deuda
que no tiene.
Qué política implementará la Democracia real.
Qué mano amiga estrechará tu mano
desarmada.
Qué pacto mundial frenará el calentamiento global.
Qué labios besarán los tuyos sin
atraparlos.
Qué humano seguirá siendo como es
y no como conviene.
Cuánta energía podríamos
ahorrarnos,
cuánta tristeza podría comenzar a
sonreír,
cuánta paz, por doquier, podríamos
expandir,
cuánta felicidad podría
revitalizarnos,
cuántos cielos podrían desleír
estos infiernos.
Si no derrocháramos exigencias,
si lo habitual fuese compartir,
si no miráramos atrás,
si lo único importante fuera el
presente,
si el inexistente futuro no fuera
una carga más.
Tú puedes disfrutar del deber.
Tú debes responsabilizarte de tu
poder.
Tú piensas que el sentimiento te serena
y eleva.
Tú sientes que el pensamiento se
expande
más allá de tu Ser y de tu mente.
Lo que aún no es, existe en mi
pluma.
Las canciones insurgentes
respiran, ocultas, en mi
guitarra.
Las pinturas más armoniosas y
eclécticas,
y los cuánticos mundos más alternativos
se agazapan en las telas,
expectantes y silentes,
mientras las diestras manos del
artista
las desvela y pinta porque, a
priori,
ya atisbó esos nuevos mundos
en su corazón disidente.
Aguardo esa compañía que optimice
mi necesaria y amada soledad.
Espero que pronuncie las palabras
que no desvirtúen el precioso
silencio.
Ya lo tengo decidido,
no me han dado lo merecido
y por ello difiero mi ansia de
libertad
y antepongo mi afán de justicia
y mis deseos de solidaridad.