domingo, 18 de octubre de 2009

REVELAR SECRETOS


Revelar secretos
es como airear desvanes,
embarcar en plena tempestad,
navegar en océanos desiertos,
despertando tormentas de arena
que no te dejan respirar serena
ante tanta mentira revalorizada,
tanta ilusión vendida,
tanta traición comprada,
tanto contacto interesado
y tanto amor minimizado
a polvo supuestamente
enamorado.

Revelar secretos
es como desplegar velas
sin redireccionarlas
a nortes concretos,
quedando a merced
de timoneles sin experiencia
en arribadas complejas,
oleajes descontrolados
en amaneceres preclaros
y ocasos entregados.

Los imponderables
por su imprevisión cuentan.
Los números rojos
develan el karma social.
Se desalinean los chacras
ante tanta presuntuosidad.
Lo auténtico no cotiza.
Pierdo el interés compuesto.
Debe
Haber
algo más.
Suma y sigue
mientras respiras con dificultad
y agradeces el Secreto susurrado...
Sal...
No embauques, reeduca.
No ligues, convive.
No seduzcas, desinhibe.

Revelar secretos
atempera sentimientos
pero no otorga Paz.
Revelar secretos
inquieta los pensamientos
agazapados en izquierdos
rincones de mi mismidad.
No es cómodo contarlos
ni escucharlos,
pero exigen su libertad.

Es cierto que te quise.
Es cierto que te quiero.
El desapego no es indiferencia
sino preferencia
por dejar que alces tu vuelo
con o sin mí.
Libre eres de compartir
tu espacio, tu libertad, tu tiempo
si tu voluntad accede
no porque mi deseo se empeñe.
Receptiva estoy a tus caricias,
agradezco tus mimos,
resucito con tu sonrisa,
valoro tu compañía
pero no te exijo
exclusividad
ni dedicación
24 horas al día.
Amo verte volar
en la lejanía.
Amo acompañarte
en algún vuelo.
Me da fuerza saberte viva.
Planto mis pies en tierra
mientras yergo mi cabeza
bien alta al cielo.
Sin narcisismos
también a mí misma,
por fin, me quiero.