lunes, 27 de enero de 2014

QUIÉN LEERÁ LOS LIBROS NO EDITADOS


      
"Toile" de Sylvie Germain




Quién leerá los libros no editados.

Quién rimará los versos no escritos.
Quién pintará los cuadros que nadie se atreve a pintar.

Quién cantará la canción protesta no compuesta.
Quién amará a quien no sabe amar.
Quién sanará al que se le niega la sanidad.

Quién educará al que se le priva de educación.
Quién cultivará en un país estéril.
Quién regará su tierra si le escatiman el agua.
Quién se calentará sin calefacción.

Quién se iluminará con su verdad y sin su luz.
Quién pagará las facturas con IVA excesivo.
Quién empleará a los millones de inactivos.
Quién cobijará a los desahuciados.
Quién se desenclavará de su cruz.

Quién legislará leyes justas y rectas.
Quién cumplirá sus programas electorales.
Quién propiciará el Bien Común, tan subversivo.
Quién no venderá al mejor postor sus principios.
Quién preservará su menguante Ética.
Quién logrará difuminar su indignación insurrecta.

Qué país dejará de deber la deuda que no tiene.
Qué política implementará la Democracia real.
Qué mano amiga estrechará tu mano desarmada.
Qué pacto mundial frenará el calentamiento global.
Qué labios besarán los tuyos sin atraparlos.
Qué humano seguirá siendo como es y no como conviene.

Cuánta energía podríamos ahorrarnos,
cuánta tristeza podría comenzar a sonreír,
cuánta paz, por doquier, podríamos expandir,
cuánta felicidad podría revitalizarnos,
cuántos cielos podrían desleír estos infiernos.

Si no derrocháramos exigencias,
si lo habitual fuese compartir,
si no miráramos atrás,
si lo único importante fuera el presente,
si el inexistente futuro no fuera una carga más.

Tú puedes disfrutar del deber.
Tú debes responsabilizarte de tu poder.
Tú piensas que el sentimiento te serena y eleva.
Tú sientes que el pensamiento se expande
más allá de tu Ser y de tu mente.

Lo que aún no es, existe en mi pluma.
Las canciones insurgentes
respiran, ocultas, en mi guitarra.
Las pinturas más armoniosas y eclécticas,
y los cuánticos mundos más alternativos
se agazapan en las telas,
expectantes y silentes,
mientras las diestras manos del artista
las desvela y pinta porque, a priori,
ya atisbó esos nuevos mundos
en su corazón disidente.

Aguardo esa compañía que optimice
mi necesaria y amada soledad.
Espero que pronuncie las palabras
que no desvirtúen el precioso silencio.

Ya lo tengo decidido,
no me han dado lo merecido
y por ello difiero mi ansia de libertad
y antepongo mi afán de justicia
y mis deseos de solidaridad.