domingo, 6 de diciembre de 2009

Si...



Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mism@ fe que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ell@s tengan.
Si engañad@ no engañas.
Si esperas en tu puesto sin fatiga en la espera.
Si no guardas más odio que el odio que te tengan.
Si eres buen@ y no finges ser mejor de lo que eres.
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclav@.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del orbe encanallado.
Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esa obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe, lleno de alegría
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud,
y marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto
de sesenta segundos que te lleven al cielo...
Todo lo de esta Tierra será de tu dominio,
y mucho más aún, seréis human@s, hij@s mí@s.

RUDYARD KIPLING

DESIDERATA



Encontrado en la vieja iglesia
de Saint Paul,
Baltimore en 1693

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa y recuerda qué paz puede haber en el silencio. Vive en buenos términos con todas las personas sin rendirte.
Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu.
Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso o amargo, porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
Usa la precaución en los negocios, porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo. Especialmente no finjas afectos. Tampoco seas cínico respecto del amor; porque frente a toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba.
Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de juventud. Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina. Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mism@.
Tú eres una criatura del Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho a estar aquí. Y te resulte evidente o no, sin duda el Universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión paz con tu alma.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, éste sigue siendo un mundo hermoso.

Ten cuidado. Esfuérzate en ser feliz.

Anónimo