martes, 19 de julio de 2011

A MI PRIMA LE GUSTA EL RIESGO




Mientras regaba esta mañana
mis lechugas rizadas
he oído en una radio lejana
algo acerca de una prima en España
a la que le gusta el riesgo.

La situación parece que alarma
a la gente del mercado…
preguntaré luego a mi dama
si ella también está preocupada
por esa prima tan arriesgada.

La perspicacia a pensar me anima
que todo es un montaje
para sembrar miedo, regar inquina,
y no dejarnos disfrutar del viaje
con templanza y sosiego.

Contemplo mis lechugas rizadas
mientras sigo ojalando,
con más denuedo que nunca,
expirando e inspirando, amable,
a pesar de la crisis, el riesgo
y algún imprevisto imponderable…

Sospecho que la felicidad
y el cambio de sistema de riego
es imprescindible…


Mi indignación no deriva

en ira violenta e incontrolada.
Más bien tiende a operar
como una gota de agua
que cae persistente,
confiada y paciente
sobre la roca avara
que acabará siendo horadada.

Mi indignación no supera
a mi esperanza fundada,
en otro mundo más solidario,
colectivizado y sostenible,
sin descalabros financieros,
con presupuestos equilibrantes,
con un repuesto sistémico íntegro.
Otro mundo está llegando.
Otro mundo es posible.