viernes, 23 de julio de 2010

DOS ENTEROS, NO DOS MITADES


Entera.
Entrégate
completa.

No te sientas mitad
de nada ni de nadie.
No acapares.

No te apegues.
No te aferres.
No te apagues.

No inhibas
tus singularidades
para encajar mejor
en las convenciones
banales.

Acomódate en tu piel,
conoce tus bondades,
redescubre la grandeza
de amar
incondicional y fiel
tu libre albedrío.
Destraba, paciente,
la cremallera de óbices.
Mantén tu compromiso
tácito
con tu intuido
Destino.
Rubrica
con tu beso
y tu más sentido
abrazo
la máxima
que gobierna
tus omisiones
y tus actos.

Las muletas
acompañan
tu singladura
existencial.

Apoyada
por una férrea fe
y una portentosa
fuerza de voluntad
caminas por la vida
afrontando riesgos,
desarmando incidentes,
y desglosando las claves
para revivir
la inefable
interna Paz
que esclarece
y sabe...