jueves, 27 de agosto de 2009

ESTRATEGIA PARA VIVIR. Blanca Sarasua


Flota una luz abierta.

Cómo ordenas, paisaje, tu campo de visión,
qué privilegio tu amplitud de miras
en esa arquitectura del recuerdo.
Eufórica, la tarde, se proclama a sí misma
y sorprende a mi claustro con un trozo de cielo
aunque no asome Dios en su angular.
Continúa en su exilio,
mas, ¿qué puede ponerse dentro de su silencio?
La mejor oración es esta libertad,
este sol interior hecho plegaria
después de tantos años de dogmas encerrados.
Entro en conversación con ese pájaro
tan harto como yo de su monólogo,
pero es un compromiso pedirle las dos alas.

Cuando sea mayor quiero ser una plaza
y ofrecerme a la gente para hablar.
Una raya de frío lesiona el horizonte
y la vida me enseña su percal arrugado;
también sus estrategias:
dejo una isla para mis gaviotas.
Se fugaron un día por encima del tiempo
y para que regresen,
flota una luz abierta.

Blanca Sarasua

2 comentarios:

papaminondas dijo...

¡Qué descubrimiento! Maneja esta moza la palabra con precisión de escalpelo. Gracias por hacérmela conocer (la moza, no la palabra)

Celia dijo...

Esa “moza”, Blanca Sarasua, es una gran poeta que nació en Bilbao en 1939.
Aquí dejo otros poemas maestros:

http://www.poemariodemujeres.com/spip.php?rubrique358

http://www.elcorreo.com/alava/20090129/cultura/blanca-sarasua-rechaza-idea-20090129.html

REPARTO DE BIENES

Esto acabó, poesía, te cito en el juzgado.
Las sílabas de dicha que me diste
no fueron suficientes.
Monodia insolidaria, luz a solas, pastiche.
Quédate en tu cursiva de cristal,
con tu imagen de firma,
con tus buenos modales.
Que yo quiero vivir sin estilista.
Quédate con tus guantes, tu liturgia,
para ti el violín subiendo a los espacios
y para mí esta tos que lo humaniza.

Quise pactar contigo la búsqueda del grito
y qué jaculatoria tu sonrisa,
poesía conceptual
inmunizada.

¿QUÉ ES SOLEDAD?

“La absoluta, la completa, la verdadera soledad,
consiste en no estar ni aún consigo mismo”
Miguel de Unamuno

Esto no es soledad.
Derribada la tapia del silencio
me acompaño como el mejor amante.
Una brisa de hierba me suaviza,
me quiero, me siento invulnerable.
No. Esto no es soledad.
Mas hay veces que me llevo la contraria
y estallo en cien mil fuegos de voltaje;
y por dónde salir, dónde la brecha,
qué hacer conmigo si rompo en marejada.
Tampoco es soledad, aunque me estrague.
Soledad es no ser, no delatarse
no existir en tu centro, no pensarte.
Es una tumba que siempre estará echada
donde la nada no se llama nada,
porque no hay algo vivo que la nombre.
Esa es la soledad a la que temo.