La Liturgia de las Horaspremeditada,
predetermina,
con nuestra connivencia,
la existencia de una.
La Liturgia tiene su interna Logia
y quien ahora la elogia
no es vedruna
ni ha sido atea
ni beata simplona.
Soy, meramente,
una ciudadana
de a pie,
de rodillas
o de tumbona…
depende
de la Liturgia de las Horas.
Siempre he amado
la libre métrica
y el libre albedrío
sin desvaríos
de histérica.
Me confieso
enamorada
cuando encuentro
nuevas Palabras,
en extraños diccionarios;
etimologías
esclarecedoras
con raíces ancestrales.
Me reconozco
humilde
librepensadora,
agradecida
plurilectora
de libros,
biblias,
breviarios,
encíclicas,
facsímiles,
devocionarios,
poemas,
enciclopedias,
incunables,
prospectos,
etiquetas
y todo lo legible
y publicable.
Admiro la Oratoria
respaldada
por brillantes mentes.
Confío
en el Verbo divino
o humano
cuando ilumina
con Esperanza
el Tiempo y el Espacio.
Me deleitan
las expresiones
noveles,
las alocuciones
elocuentes.
Elogio las reseñas
que pergeñas,
tu Dialéctica
intimista.
Atiendo a las voces
preclaras
que aducen
originales argumentos,
neutralizan sofismas,
proponen una cura
de antónimos
o una tregua rubricada
por pacifistas
sinónimos
que minimicen
la violencia derivada
de la incomunicación
humana.
La Liturgia de las Horas
muy en cuenta tiene
las reveladoras metáforas
que clarifican ideas,
las crípticas parábolas
que apaciguan
las alarmas
de las Almas
y embellecen
una lengua –castellana-
de cuna lejana.
La Liturgia de las Horas
es tu mMemoria
vetusta y cotidiana,
es corregidora
y correlativa.
Trasciende la Historia.
Siembra Paz.
Regala Vida.
ISBN: 978-84-92830-52-7
Pedidos: celestevez05@hotmail.com
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